sábado, 14 de noviembre de 2009

LA EMBOSCADA AMI ESPOSA

Por más que he insistído nunca he logrado que mi esposa acepte estar con otro hombre. Yo moría por ver a alguien más dandole por esa cuquita, disfrutando sus deliciosas y redondas nalgas que tanto llaman la atención y ademas poder oir los gemidos que siempre da mientras se viene pero producidos por una persona que no fuera yo, pero no he tenido éxito. Sólo logré que aceptara le tomara algunas fotos desnuda para poder mirarlas cuando estuviera de viaje fuera de casa. Formé un pequeño album con varias fotos. Hace unas semanas en un viaje de trabajo con Rogelio mi mejor amigo ,y ya entrados en copas salió el tema de las fantasias sexuales. Rogelio es muy caliente, se ha divorciado dos veces y se acuesta todo el tiempo con mujeres nuevas y yo le dije, te aseguro que ninguna de tus viejas tiene unas nalgas como las de mi mujer. Rogelio aprovechando la confianza me dijo, que era cierto, que la verdad mi mujer estaba muy buena, y que se veía que tenía unas nalgas bastante buenas. Yo le dije que sin ropa eran aún mas lindas y envalentonado saque mi portátil y busque mi albun y se lo enseñe. Me gusto mucho ver el brillo en sus ojos mientras veía las diferentes fotos de mi rica esposa desnuda. ¿Te gusta? le pregunte, y el dijo que claro, que estaba riquisima. Yo le conté mi fantasia y le propuse intentar hacerla realidad e hicimos un plan para el siguiente sabado. Yo arreglé que mis hijos no estuvieran y le propuse a mi esposa tener una cena intima en casa. Preparó algunos pasabocas y yo abrí una de roncito (que siempre se le sube a la cabeza y la desinhibe bastante), despues de varias copas y conversación un poco morbosa y caricias por todas partes y ya cuando estaba un poco mareada le dije que se fuera a acostar y que me esperará en la cama que yo ya iva en un momentico. Mientras ella se fue a acostar y después de que paso como media hora llame al celular de Rogelio que ya esperaba afuera de la casa y le dije que entrará. Subimos en silencio y dejé a Rogelio afuerita de la habitacion esperando. Yo bien caliente entre al cuarto y encontré a mi esposa adormilada y vestida solo con la tanguita que se le metia victoriosa por medio de sus lindas nalgas entonces me subí a la cama y empece a acariciarla y besarla ella respondió a las caricias con bastante calentura y riendose de lo borrachita que estaba, yo le metí los dedos en la vagina para irla preparando y saber si estaba bien lucbricada, despues le bese su cuquita por largo rato, como a ella le gusta y vi como se retorcía de placer, hasta que me dijo ven , metemelo. Le dije que tenía que ir al baño y que esperara, apague la luz y salí. Entonces entro Rogelio, con una erección que me dejo sorprendido pues nunca le había visto la polla, que ciertamente era mas grande y gruesa que la mía, yo me sente en una silla que tenemos para poder oir y espiar desde ahí. Rogelio se subio a la cama y todo el tiempo sin hablar se acerco a mi mujer que estaba todavía bocabajo y que ya estaba más que lista. Le abrio las piernas y comenzo a meter la cabeza de su enorme pene en la cuquita de mi esposa, en la penumbra ví como ella lo jaló de las nalgas para clavarse todo el pene de un tirón y al hacerlo dió un gritito de sorpresa, ayyy, no se que hiciste pero esta riquisima decía ella, mientras Rogelio empezaba a moverse en circulos dejandole la polla bien adentro, ella en medio de su borrachera empezo a pedir: metemela mas duro, metemela más duro papito y Rogelio ni corto ni perezoso comenzo a metersela y sacarsela a toda velocidad, yo podía oir el sonido de la cuca bien mojada que recibía ese tronco con gran entusiasmo. Ella empezo a apretar las nalgas con la fuerza que tantas veces he sentido cuando esta apunto de venirse y la oí comenzar a quejarse y despues a gritar ahhh, ahhhhh, mmmmm que rico, la tienes muy rica, mientras se venía. Cuando terminó, Rogelio la levanto para ponerla en cuatro y volvío a metersela toda, ella enterró la cabeza en la almohada y siguió recibiendo el poderoso miembro de mi amigo que le daba palmadas que me parecieron muy furtes en las ya coloradas nalgas de mi esposa. Yo me animé a acercarme mas para ver más de cerca y puede sentir el delicioso olor de sexo que emanaban los dos. Rogelio volteo a verme y levanto el pulgar como diciendome que estaba riquisima. Para hacer completo el engaño abrí la boca y dije te amo mi amor, mi voz me sono aguda y temblorosa pues estaba super caliente aunque con una sensación de celos que no había esperado tener, mi polla parecía estar a punto de reventar . Rogelio me hizo señas de que ya estaba por acabar y le metio los dedos por delante para tocar su clítoris y ella se vino con unos gritos muy fuertes que yo le haya oído jamas. Mientras lo hacía ví como Rogelio se aferrró más fuerte a sus deliciosas caderas y pude intuir que el tambien se estaba viniendo largamente. Despues salío de ella y con un movimiento rápido se bajó de la cama y salió del cuarto. Angelica tumbada en la cama dijo con voz aguardientosa ¿a donde vas? ven y dame un beso y yo le contesté que quería un vaso de agua y que ahorita regresaba, temblando espere a que Rogelio se visitiera y saliera, el estaba feliz y me dijo que luego hablabamos. Yo fui otra vez temblando al cuarto y encontre a Angelica dormitando. Me desnudé y comence a besar y acaríciar sus nalgas metí mis dedos en su entrepierna y encontré que de su cuquita escurría el viscoso jugo de Rogelio, no se que me impulso pero no pude resisitir la tentación de acercar mi boca y primero con dudas y despues con avidez metí mi lengua a su vagina y me atraganté con la leche de mi mejor amigo. Angelica medio desperto y me dijo ¿sigues caliente? y yo le dije que si, ella perezosamente se volteo y abrió las piernas, yo enloquecido me metí en su vagina que me pareció más rica y mojada que nunca, no ´pasó ni un mimuto antes de que mi leche fuera a unirse con la que despues de mi mamada había quedado de la de Rogelio dentro de mi mujer. Después dormimos abrazados toda la noche. Al día siguiente Angelica me desperto con un beso y diciendome que la noche anterior había sido maravillosa, que yo había estado mejor que nunca y que aunque las nalgas aún le dolían le había encantado que 'yo' le hubiera dado palmadas. Yo me sentí muy apenado pero tuve que aceptar lo sucedido. Aún no se como voy a ver a Rogelio de ahora en adelante pero cuando recuerdo como se cogió a mi mujer no dejo de exitarme, escríbanme, comentando este relato encuentrosyplaceres@gmail.com

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