lunes, 10 de enero de 2011

CONFESIONES DE EL AUTOR ..Y ES REALIDAD

confieso que desde hace dos anos para aca le descubri a mi esposa un amante,ella es bellisima tiene una carita de porcelana es blanca muy bella por eso los hombres se fijan mucho en ella,el dia que le descubri su amante fue en el dia de su cumpleanos dejo olvidado su tlf y recibio un mensaje muy subido de tono que me levanto esa sospecha asi que me hice pasar por ella y le escribi respondiendo,de esa manera el muy estupido me contaba como le gustaba cogersela,me respondio todas mis dudas,cuando ella llego con todas esas prueba en mis manos no lo pudo negar,me juro no volver a hacerlo,pero la volvi a descubrir dos veces mas,empezaron los problemas y mas problemas pero no queria dejarla pues la amo,ya viendo que no podia obligarla a dejar esa relacion,la acepte y me empezo a gustar la idea de imaginarmela cogiendo con otro hombre,hasta un dia teniendo sexo me puse a millon y le pedi que me dijera porque se habia buscado a otro,ella me dijo que le gustaba hacerlo acabar con su boca cosa que conmigo no lograba,en ese momento senti una calentura como nunca antes,nunca pense oir eso de su propia boca,mientras la cojo le pido que me narre esos momentos con el,y me lo dice todo,yo termino acabando como nunca antes y me di cuenta que me gustaba,ya lo acepte soy un puto cabron,y le acepto sus hombres,un dia llego tarde supuestamente de la universidad y yo la estaba esperando con ganas de hacerle el amor,apenas entro por la puerta la agarre y la tire a la cama ella reia y me pedia que la dejara banar pero no la deje hacerlo,le bese las tetas y baje a besarle su cuquita afeitadita,ella nerviosa me decia que la dejara banar y no la deje,baje y le empece a pasar la lengua la senti muy mojada y pense que estaba muy excitada hasta le meti la lengua en su vagina,fue cuando senti un cosquilleo en mi lengua y garganta y supe que su humedad era semen y no otra cosa,eso fue extremo fue muy fuerte la mire y le pregunte de donde vienes y me dijo que venia de un motel de tener sexo con un amigo de mi,disimule no haberme gustado la situacion del semen en su vagina,a lo que me respondio es tu culpa no me dejaste banar pero no te hagas veo que te gusto y ahora sigue mamandomelo,yo lo hice me tome todo rastro de semen en su cuca,ahora solo quisiera verla follar con otro hombre

-->ES UN PLACER INEXPLICABLE E INIMAGINABLE COMENTA Y DIME QUE TE PARECE

CONFESIONES DEL AUTOR....

hola a toso los que visitan está página, la verdad yo soy nuevo, apenas estoy conociendola, pero con gusto les plático mi confesión.resulta que quizas por mi edad me he vuelto adicto al sexo y a laspáginas pornos, mi esposa es muy reservada en esto, pero no contaba con mi astucia. ya tiene tiempo que le tomo fotografías desnuda, en el baño, en la recamara o donde tengo oportunidad, además de tomar videos con una camara secreta que compre, teniendo sexo, penetrandola por el ano, mamandomela o de sus ricas tetas, que las tiene bastante exuberante, es decir muy grande, y una vagina, como las de antes, peludita, que es como a mi en lo personal me gusta, creó que es más exitante así, que rasuradas. bueno resulta que con todo este material, que ella ni cuenta se ha dado que lo tengo, me dio por publicarlas en todos los sitios de internet, que puedo, solicitando sus comentarios más calientes y la verdad he tenido bastante exito, porque las tetas que tiene se le antoja a todospara una rica rusa y no saben que jaladas de verga me doy cada vez que leó sus comentarios. tengo material muy bueno megusta comprarle todo tipo de ropa sexy, para que me la modele, mientras yo la grabó y luego las publicó, más de alguno me ha pedido un intercambio de parejas, pero mi esposa se muestra un poco temerosaque esto pueda afectar nuestra relación. yo le digo que no de hecho es mi fantasia, que se penetrada no por uno sino por dos a la vez, que la penetren por el ano y la vagina, mientras me la mama, para de esta forma ver la cara que pone. yo quisiera amigos y porque amigas que me aconsejen que puedo a ser para hacer realidad mi fantasia y tener un trio o un cuarteto.espero sus comentarios y les mando algo de material que tengo

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miércoles, 17 de marzo de 2010

nustro amigo PEPE

Mi esposo tiene 30 años yo 25 años cuerpo antojable piernas torneadas nalgas paradas y de senos ni muy grandes ni muy pequeños mi actual amante pepe tambien tiene 25 años delgado moreno simpatico muy guapo cariñoso y super dotado.bueno mi historia empiesa asi.mi esposo axel tiene la costumbre de que todos los sabado se sale a conbeber con sus amigos esto la verdad me molestaba hasta que en una ocacion llego con su mejor amigo y de mucha confianza pepe llegaron a la casa y yo estaba algo molesta por que estaba sola muy caleinte y con ganas de hacer el amor con mi esposo pero llego con su amigote me llamo para saludarlo pero yo traia puesto solo una batita semitranparente con tanga y sin brasier cuando me llamo me asome y le dije que estaba solo con la bata y me tomo del braso y abrasandome me dijo no te preocupes vengo con pepe y el es como si fuera yo asi que no importa que estes vestida asi.la verdad tenia un poco de pene por que se me notaban los senos y mis pesones morenitos y mi tanga blanca y pues ademas de eso la batita solo me llegaba a tapar muy poco las piernas pues me quedaba muy por arriba de los muslos pero bueno me lo presento y me saludo con un tierno beso en la mejilla mi esposo le dijo que me invitara un vaso con bebida y pues lo acepte.estuvimos platicando de todo un poco y pepe no dejaba de mirarame los senos las piernas mis nalgas cada que me levantaba en total todo eso la verdad me estaba exitando pues el hecho de ser obserbada por pepe me asia sentirme deseada y mas caliente de lo que estaba entonces empezamos a bailara y tambien al bailar con pepe me repegaba mucho a su cuerpo en un par de ocaciones sentia el bulto que se le formaba en la entrepierna y eso me ponia a mil la verdad con los nueve años de casada con mi esposo y el sentir el bulto que se le formaba a pepe agregando la calentura que ya tenia mas las copas que estabamos tomando me empese a sentir mas exitada e imaginaba y pensaba de que tamaño seria lo que se le ponia duro a pepe despues de bailar y seguir platicando pepe y yo nos agarramos mucho mas confianza de lo normal.y ya despues que me sacaba a bailar me tomaba con descaro por la cintura bajando sus manos hasta mis nalgas estaba tan caliente que me deje llevar por la cituacion y por la calentura que se me elevaba mucho mas mi esposo ya estaba bastante tomado y en cada platica con pepe y mi esposo sentia como pepe me desnudaba con la mirada y me sentia mas deseada asi que decidi que me dejaria llevar por la cituacion con pepe pues el me gustaba y yo parecia tambien gustarle cuando mi esposo se paro para ir al sanitario me empezo a hacerme platica diciendome que se me veia muy bonita mi bata y yo le pregunte te gusta lo que ves y me dijo claro se ve muy tentador y pense es ahora o nunca y le respondi pues solo es cuestion de que te anime a tocar y vemos que mas puede pasar no perdio ni un intande cuando con una mano me acaricio los senos senti como toda mi piel se erisaba al tacto de su mano de pepe cuando de pronto empezo a bajar su mano por mi bientre y llego hasta mi colita solo cerre los ojos y senti como hizo a un lado mi tanguita blanca acrariciaba mi colira depiladita estaba sintiendo muy rico cuando metio un dedo solte un suspiro al sentir como su dedo invadia mi colita de pronto escuchamos a mi esposo salir del baño y me acomode rapidamente pepe se hizo a un lado e hicimos como si nada pasara entonces seguimos platicando y mi esposo empezo a comenta que pepe es era su mejor amigo y que solo a pepe le confiaria cualquier cosa y yo le respondi como que cualquieri cosa y me dijo si a pepe le puedo prestar lo que sea y no tengo problema con el es mas ya te dije que pepe es como si fuera yo y yo le dije de broma no te creo tanta confianza le tienes a pepe y me respondio mi esposo pues la verdad si es mas le tengo tanta confianza que por eso no te pedi que te cambiaras la bata por que pepe es como si fuera yo y pepe le dijo pues te lo agradesco mi hermano y dijo oye tu mujer es muy guapa y mi esposo le dijo a pepe pues yo eso ya lo se pero a mi no me lo digas dicelo a ella y me sorpremdi cuando mi esposo le pregunto a pepe y a poco solo se te hace bonita o nada mas eso te gusta de mi esposa y pepe le dijo bueno no solo es muy linda tambien tiene muy bonito cuerpo ademas de tenerlo muy bien formado y yo dije bueno eso dices tu potr que estoy asi pero no sabes en rrealidad como lo tengo y mi esposo se levanto pense que se molestaria y le dijo a pepe y levantandome a mi tomo una mano de pepe y la puso en mis nalgas y mi esposo le dijo sientela para que ahora si le puedas decir a mi esposa como esta pepe se quedo en una pieza cuando mi esposo hiso eso y mi esposo le dijo pero vamos tocala de donde tu quieras pepe toco mis nalgas y mis piernas se sento y mi esposo le dijo ahora si dile a mi mujer como esta y pepe respondio bueno si no te molestas esta buenisima hasta como para comerce ese bombon los tres reimos y seguimos platicando segumos bailando en un rato en que pepe me saco a bailar mi esposo se quedo profundamente dormido y con el efecto del alcohol sabia yo que no despertaria por nada asi que le pregunte a pepe es verdad lo que dijiste hace un rato y pepe me dijo la verdad si pues esta guapisima y cualquiera quisiera comerte y yo le respondi y a ti te gustaria comeeme y pep me dijo por supuesto que me gustaria y le dije bueno npues solo te quiero decir que si no dices nada puedes comerme como tu quieras y me dijo pues que esperamos yo lo tome de la mano y entramos en la recamara donde solo con mi esposo hacia el amor pepe empezo por besarme muy rico y valla que besa muy bien despues me quieto la batita dejandome la tanga me la quito y quede frente a pepe totalmente desnuda me recosto en la cama y me empeso a chupar mi colita delicioso asi me hiso tener mi primer orgasmo me levante y lo despoje de su ropa vi un enorme bulto que tenia en su boxer cuando se lo baje me quede en una piesa al ver la tremenda cosota morena durisima muy larga y gruesa la tuve que tomar con ambas manos era enorme su pene calcule que media como 22 cm empese a chuparsela pero no me cabia en la boca lo masturbaba y lamia todo el tronco desde la base hasta la punta de su pene que la tenia muy grande pues parecia una nuez llene de saliba todo su pene me levanto me acosto en la cama y separo mis piernas pepe diciendome que me deseaba desde la primera vez que me vio con una minifalda que solo me imaginaba y no dejaba de pensar en mi y me dijo quieres poner tu misma mi pene en la entrada y lo acomode con una de mis manos empujo tiernamente su pene y le pedi que lo hiciera despacio que me podia lastimar con mucha delicadesa y tiernamente besandome me la fue metiendo poco a poco al principio me dolia pero pepe supo como hacerme aceptar ese intruzo que penetraba mi cabidad vaginal el dolor paso y empese a sentirme totalmente llena como nunca en mi vida lo habia estado yo me transforme le decia asi asi mas flaquito que rica la tienes lo mueves muy delicoso y la tienes enorme me encanta tu vergaaaa pepe empeso a meter y sacar mas rapido su verga me sentia copleta muy llena sentia que me llegeba al estomago y asi como estaba me hizo llegar a mi segundo orgasmo luego me puso de perrita y de un solo empujon me la metio toda solte un grito fuerte sin importarme que mi esposo pudiera escucharme pepe me tomaba de las caderas y me decia te gusta chiquita dime te esta gustando yo le decia siiiiii me gusta me facian me matas me vuelves locaaaa dame mas damela todaaa asi papito que rico luego me monto sobre su riquisima verga y yo tuve todo el contro de los movimientos me decia pepe que me movia muy bien que queria seguir cojiendome y yo le dije siiiii flaquito me encantas y quiero ser tuya solo para ti tomameeee aghhhh desde hoy sere para ti solamente y pepe me dijo quiero ser tu amante y yo le dije si si amor ya desde hoy soy tuya nunca habia sentido una verga asi de grande como la tuya y quiero ser para ti que me hagas el amor cuando quieras solo que no se entere mi esposo y cuando el no este sera para tiluego me volvio a recosrat y me penetro con mucha fuerza levanto mis piernas en sus hombros sentia que me llegaba mas adentro de mi colita su deliciosa verga despues de un rato asi me llego otro orgasmo senti mi cuerpo desbanecerse y como una corriente electrica reciorre toda mi columna me corazón latia a mil y le dije me estoy viniendo papito asi asi aghhhhhss que rcio y pepe me dijo yo tambien me voy a venir y me dijo donde los quieres y le dije damelos adentro los quiero todos adentro quiero sentir tu rica lechita llenar mi colita y me dijo estas segura y le dije si no me importa quedar embarazada damelos adentro mmmm asi pepe descargo toda su caliente lechita en mi colita senti riquisimo era mucha que se salia de mi colita y escurria en mis nalgas me besaba con pasion y nos prometimos tener mas que una amistad que seriamos como una pareja pep y yo y que tendriamos una linda relacion sin afectar mi matrimonio con mi esposo cuando termino de llenarme de su lechita quedo encima de mi lo abrase con mucha felicidad y sentia como si lo amara desde antes descansamos un poco y me dijo que nunca habia sentido que era venirse en la boca de una mujer y le dije pues como me encanto como me hiciste el amor por que fue amor no solo sexo le dije que yo lo haria sentir muy rico terminar en mi boca entonces le empese a chupar otra vez esa deliciosa y maravillosa verga cuando la tube durisima como un fierro se la chupe y me ayudaba con mis manos despues de como 15 minutos se tenso y me dijo ya viene ya viene acelere mis movimientos y me dijo tomalosssss era muy rico sentir la lechita de otro hombre en mi boca y mas en mi colita lo deje termina y se la chupe hasta delarlo totalmente seco me levanto de los brazos y me beso apasionadamente nos sentamos a platicar en la cama y ahi me pidio que le diera la oportunidad de que fuera yo su mujer asi como con mi esposo y yo lo abrase y le dije si me encanta la idea claro que quero se tu muejr desde que me estabas haciendo el amor te dije que que queria ser tuya y que seria para ti y como mi esposo estaba diciendonos que tu eras como si fuera el desde hoy tambien soy tuya.asi que desde esa mi primera vez con pepe soy la mujer mas feliz del mundo tengo a mis dos hombres claro que mi esposo no sabe pero asi es tengo a dos uno es muy diferente del otro los amo a los dos y pepe es el unico que me hace lo que quieres me vuelve loca con esa tremenda y gran barra de chocolate asi es como le digo a su deliciosa vergota pues mi esposo apenas la tienes de 15 cm pero bueno tambien goso con mi esposo pero mas con mi flaquito pues supera en todo a mi esposo y cuando digo en todo es en todooooo ya tenemos 5 años de esta linda y riquisima relacion tengo un hijo de pepe y pues claro que pensaban se parece a pepe su papa y tambien es morenito como el pues mi esposo no se ha dado cuenta por que tambien yo estoyb morenita bueno un poco menos que mi flaquito pero por ese detallito mi esposo no se a dado cuenta espero les agrade mi historia es 100% real

LA INFIDELIDAD ES DULCE

Con mi marido, 20 años mayor que yo, no tenemos una buena relación sexsualmente hablando. El, al principio de este año,compró un casa, de la cual hubo que hacerle bastantes arreglos. Llamó a un amigo que tiene un hijo que es arquitecto, del cuál terminó siendo mi amante. Gustavo del que hablo, tiene 28 años, y un verdadero machito. Cuando comenzó con los arreglos de la casa, yo iba bastante seguido, para no solo ver como quedaba todo, si no, para verlo a el. Alto, morocho, ojos azules un bombon. Nos fuimos conociendo poco a poco. Un buen dia, tomando un café en la cocina me preguntó sobre Mario mi marido y la diferencia de edad que había entre ambos. "La verdad Gustavo, en su momento era un tipazo, bueno para todo.¿Me entedés, no?Pero, con los años, le agarró el viejazo, no me trata bien y te das cuenta que con mis 45 años todavia soy joven y necesito......"Si Graciela seguro. Tenés un lindo cuerpo, soy una mina inteligente y claro te ves un poco sola. Yo me puse mal, lloré un poco y el me consoló abrazandome. En ese momento sentí un frio por la espalda, estaba como loca. Mi vulva latía, y ya estaba mojadita. Bueno(me dice)yo tengo la solución, si vos querés(hablandome al oido con mucha sensualidad).¿Queres saber?. Y....si ¿que solución me das?Tomá, y me da su terjeta con dirección y los teléfonos."Si querés, me llamas y solucionamos el problema.Pasaron algunos dias, y lo llamé.Quedamos en que yo fuera a su departamento, a lo que accedí. Cuando llegué, estaba con una bata negra, corta, recién bañadito y perfumado. (Eran las 9 de la mañana). ^Me miró, tomo mis manos, me trajo hacia el y luego de acariciame la cara me dió un beso de lengua. Quedamos así besndonos un buen rato. Abrazados, nos fuimos a un amplio sillón. Allí siguió besandome, mientras desabrochaba lentamente mi camisa. Yo ardía de placer. Siguió bajando y llegó a mis pechos, que dicho sea de paso tengo 95 de contorno, haciendole las delicias. Me besó sin parar mis pezones, mientras yo jadeaba de placer."Asi papito, asi me haces feliz, no pares."Como estaba con las piernas abiertas, el metió su mano acariciandomelas llegando a mi concha muy mojada.Suavemente corrió mi tanga y con un dedo tocaba los labios vajinales y el clitoris haciendome mover mis caderas de arriba a abajo.Mi vidaaaaa, te acabooooo, seguiiiii" y largue mi primer polvo en su dedo. Luego nos levantamos para ir a su habitación. Se sentó en el borde de la cama, y me miró fijamente. "ahora quiero verte desnudita". y me desvestí lentamente. Me acerqué a el y comenzo a chuprme los pechos, mordiendome lo pezones, mientras apretaba mi culo. Te amoooo Gustiiii, cogemeeeee, haceme felizzzz", le decia con desesperación". Entonces se paró me acostó en la cama. Abrió mis piernas, y las besó llegando lentamente a mi peluda concha. La besaba y mordía con desesperanción haciemdome gritar de placer."asiiiiii, mi vidaaaaaa, te amoooooo".Para echarme mi segundo polvo en su boca.Luego se paró, y desabrochó su bata. Ante mi, una vergota enorme y cabezuda, dura como piedra esperaba que yo la tomara. Y lo hice. Lo masturbé un ratito, mientras el me acariciaba. De un salto se sentó en la cama, apoyando la espalda en el respaldo. Su verga dura y parada esperba que yo me sentra. Y me senté entrandome hasta el fondo. "movete, putita, haceme gozar, dale"Yo me moví lentamente y el chupaba mis tetas y abría con ambas manos mi culote. Luego, mis movimientos eran rápidos mientras le decia de todo. "hijo de puta, que pija tenés, gozo omo una puta, te acaboooo"y un torrente de leche salió para mojarlo todo. El me puso en cutro y mientras abria mi culo con sus dedo, me penetró fuertemente haciendome gozar. Sos un coinejito como te movés, dale fuerte papiiiiii"y acabamos juntos. Me inundó la concha de leche. Exaustos caimos. Nos quedamos dormidos un rato largo. Yo había quedado boca abajo y me despertó su lengua metida en mi culo."Hay Gustavo,¿te gusta mi culo?.Si mamita me encanta, es tan grandote? Hacemelo entonces. ¡ Mirá que es virgen! Cogemelo despacio. Fué al baño y trajo vaselina. Se untó su verga e introdujo ese liquido en mi culo.Me puso de costado y comenzo a introducirlo lentamente. Entraba y salia, asi suavemente. Me dolía, no lo voy a negar, pero me gustaba. Y bombeando una y otra vez cabó adentro su lechita caliente. Yo me incorporé y luego de mamarsela un rato, me senté para clavarme y moverme con desesperación hasta largar hasta la última gota de leche. Terminado el acto me dijo "Bueno, espero Graciela que te haya gustado":Si mi amor soy muy felíz. Me fuí. Ya eran las 17 hs. Antes non dimos un baño reparador, pero en la misma ducha,los don enjabonados mi tentación poudo mas y se la chupé arrodillada en la bañera hasta hacerlo cabar y sentir como hacia mucho, la leche caliente en mi boca. De ahí en mas, Gustavo es mi amante. Me coje cuando y como quiere y estoy feliz de la vida.

CUANDO LAS MUJERES ACEPTAN

Me llamo Marlene y soy casada desde hace 21 años, me ha ido muy bien en mi matrimonio. Amo a mi esposo y él a mí. Tenemos 2 hijos ya mayores estudiando en la universidad, todo funciona bastante bien. Digo esto porque de alguna manera lo que nos pasó nunca pude imaginarlo, tomando en cuenta que ambos somos profesionales, adultos, sexualmente satisfechos y diríamos hasta normales como cualquier pareja, todo lo que sabía del sexo El me lo enseño y estaba satisfecha. En cuanto a mí, tengo 49 años, soy de tez blanca, delgada, ojos verdes, buenos senos, cadera ancha, vientre plano, piernas largas y una figura que sin estar "súper buena" podría decir que me conservo muy bien a mi edad, aunque mi madurez se nota en mi rostro, siempre recibo piropos de hombres jóvenes. Muchos han tratado e intentado de llevarme a la cama- y puedo decir que algunos me han gustado-, pero siempre he evadido la situación. Les puedo asegurar que me mantenía fiel aunque me permitía pequeñas travesuras como las llamaba yo- era asidua de los ciber-chats donde no tenía ningún reparo a mostrar mis encantos por la cámara de forma anónima mientras me protagonizaban los ocasionales espectadores una sección de masturbación que invariablemente terminaba con un orgasmo reciproco. Mi esposo Fernando, tiene 55 años, es un poco más alto que yo, más bien relleno, quizás propio de su vida sedentaria, sus rasgos son normales y ya perdiendo algo de lo que fue una linda cabellera. Del trabajo de mi esposo -El desempeña un cargo gerencial en un laboratorio- fue enviado a Barquisimeto, a un evento donde daría una conferencia. Sin embargo decidió llevarme a conocer esa ciudad. Tomando en cuenta que sólo iba a dar su conferencia, decidimos quedarnos casi una semana para conocer y disfrutar, algo que teníamos muchísimo tiempo sin hacer solos. Sería como una segunda luna de miel. Aprovecharíamos esa semana al máximo: En el día planificamos pasear por los alrededores, en las noches a bailar y luego hacer el amor que tanta falta nos hacía, pues por el trabajo teníamos algún tiempo que no follabamos. Sin embargo, de tanto caminar y bailar, estuve toda la semana sin sentirme acariciada sexualmente por mi pareja. Una noche antes de regresar las cosas cambiaron radicalmente. Tal vez demasiado. Fernando me pidió varias veces que en Barquisimeto liberáramos nuestros deseos, que aprovecháramos que nadie nos conocía allá para hacer cosas que en nuestra ciudad no podríamos, y entendí que hablaba de lo sexual. No lo tomé para nada en serio. Aquella noche comenzó como las anteriores: tras paseos, baile, tragos, me vestí para la ocasión una blusa atrevida que Fernando me había regalado y que jamás me la había puesto por ser muy provocativa, salimos para una discoteca que ya habíamos visitado. Allí conocimos a César, un Barquisimetano de tez morena oscura, debo reconocer que bastante alto y guapo, una mirada que desarmaría hasta la más conservadora de las mujeres, de unos 38 años, muy cariñoso y amable, en su rostro se disfrutaba una linda sonrisa adornada con dos hoyuelos en las mejillas. Lo conocimos al presentarse un incidente tonto en la entrada de la discoteca y unas horas después, ya en el interior del local, se acercó presentándose y nos ofreció la mano, cuando le ofrecí mi mano el apretó mas de costumbre y leí su mensaje pero no di más importancia, El de una manera muy amable le pidió a Fernando si permitía bailar con su pareja. Mi esposo que no es muy celoso y estando ya un poco tomado aceptó amablemente, yo también, pues sentí curiosidad por bailar con alguien de allí, aunque debo confesar que me llamaba la atención ese moreno que en momentos, muy discretamente, lo observe bailando con una chica y lo hacía estupendamente bien, moviendo deliciosamente su cintura y cadera, sin duda sabia bailar y a mí me fascina! La pista estaba a reventar, así que César y yo pronto dejamos de ver a mi esposo. Iniciamos el baile muy conservadoramente sin unir mucho nuestros cuerpos, solo esporádicamente y delicadamente, él me tomó de la cintura yo apoye mis manos sobre sus hombros, bailábamos suave y despacio. Luego por la cantidad de parejas bailando tuvimos que bailar muy pegados un set de merengue, también reconozco que bailar con él, así pegaditos, me resultó inquietante. Así apretados, su paquete -casi en reposo- rozaba con mi entrepierna, mis senos se presionaban en su pecho firme, me sentí invadida de deseo por su aroma varonil, su cercano aliento, su mirada tan cerca de la mía, cuando me comentaba cosas sin importancia pero a centímetros de mi oido, sus sólidos brazos, su ancha espalda y su fuerte cuerpo, todo esto fue de un efecto electrizante increíble. Mis pezones reaccionaron inmediatamente endureciéndose, supongo que César también lo notó, era muy provocativo. Siempre he sabido que los jóvenes son muy viriles, ardientes, El no era la excepción, le notaba cierta madurez sexual. Me llegué a calentar hasta sentirme avergonzada por mis sensaciones, mi mente estaba perturbada y mi ansiedad de hembra en celo confundida, yo que nunca he sido infiel, a pesar -hace mucho tiempo- de tener motivos suficientes para hacerlo, salvo los juegos que considero inocentes, que he hecho por internet. Traté de alejar esos pensamientos y sensaciones y seguir bailando. Luego de calentarme y apenarme, terminamos de bailar, mientras caminábamos entre la multitud César me agarraba dulcemente de la cintura para ayudarme a pasar entre la gente. Sentí sus manos firmes y masculinas en mi cuerpo y me encantó, reaccionando coloque mis manos sobre las suyas llevando el ritmo de mi cadera al pasar entre la multitud de parejas una actitud muy atrevida de mi parte-. Luego de ese momento, César se quedó cerca de nosotros, en ocasiones seguía sacándome a bailar, aunque sentí que cada vez eran más los roces, las miradas y la seducción, al mismo tiempo cada vez me dejé llevar más por la situación. En momentos, bailando, me atrevía a colocar mi pierna entre las de él, sentía su pene rígido propio de la erección que le producía el roce con mi entrepierna, llego a mi mente una fantasía sobre el tamaño y diría que era mucho más grande que el de mi esposo, podía sentirlo en mi pelvis y parte de mi pierna, en un momento del baile -una canción que me fascina- decía la letra El amor en una magia, una simple fantasía, es como un sueño, que al fin lo encontreeee. coloque mi mano izquierda en su cuello aplastando mis senos contra su pecho y note como su mano que mantenía en mi cintura se deslizaba suavemente hasta colocarla sobre mi cola, su mano subía y bajaba dibujando totalmente mi espalda y mi falda, su gesto lejos de molestarme me agrado, y se lo hice saber apretando mas mi cuerpo con el de él, me deje llevar por la música cerrando mis ojos , bailando al compas de la música movía mis caderas delicadamente contra su entrepierna, me daba suaves vueltas que yo aprovechaba para introducir mi pierna entre las de él, su mano colocada hábilmente al final de mi espalda me ajustaba hacia él, podía sentir cada unos de los dedos de su mano apretando firmemente mis nalgas. En una frenética lujuria sentí su miembro contra mi vagina y casi llego al clímax y no hice ningún esfuerzo para detenerlo, me deje llevar, quizás por la copa de margarita que había tomado, quizás por la canción que me gusta o la soledad vaginal que me tenia sometida mi marido durante esa semana, aun así, sentí a través de su BlueJean como se deslizaba un gran paquete duro en mi vientre, era un maravilloso baile de placer, abría mis piernas separándolas para atrapar en el interior de mis muslos el cálido pene que se gastaba ese negro bello,. Yo lo disfrutaba inocentemente. Estaba toda mojada y mis pezones a reventar chocaban con su pecho fuerte y masculino que tenia Cesar, mi vagina la sentía agitada y ansiosa. Su perfume y su aliento en mi cuello hacia que me pegara más a su cuerpo, nuestra mejillas parecían fundidas así bailamos un set completo del ritmo del merengue suave, todo esto era extraño para mí, pero a la vez tentador, la lujuria me embargaba pero lo tome como algo sin consecuencias fácil de controlar posteriormente, me encantaba ser dominada y ser deseada, sería solo un momento de picardía que no afectaría mis sentimientos con Fernando, quien en la barra hablaba con el barman sin prestar atención a nosotros. Mientras, Cesar en cuanto podía, expresaba halagos a mi vanidad -al fin Mujer- su voz susurrante en mi oído halagaban de manera sugestiva mis senos y mis nalgas, sentía rico tal insinuación. Yo mostraba una pasividad impresionante aunque con algo de vergúenza y miedo, Cesar comentaba como una mujer como yo no había tenido una experiencia extramatrimonial con lo atractiva que era y le asegure con una bella sonrisa que aunque había tenido motivos y oportunidades siempre me había mantenido fiel a mi esposo y esa situación la estaba reconsiderándola en ese momento.Cerca de las 2 am. Nos dispusimos a irnos, pues mi marido ya se notaba algo borracho. Para ese momento ya los contactos con César eran de los más frecuentes, ya coqueteaba conmigo y porque no ser sincera Yo también lo hacía con él. Sabía que me esperaban sorpresas con este hombre, pero no sabía qué. Su mirada la sentía en el escote de mi atrevida blusa, penetrando su vista que se perdía entre mis senos, muy disimuladamente observaba como se deleitaba entre mis piernas ya que tenía puesto un vestido muy corto color marrón que me queda muy bien y se ajustaba a mi cuerpo como una segunda piel. Ya me sentía invadida de deseo, quizás el tiempo sin tener sexo con mi marido era la causa. Mientras, conversábamos los tres, hasta compartimos una ronda de tragos, yo ya había ingerido tres margaritas, por lo que me sentía divinamente relajada y desinhibida. Salimos de la discoteca como si hubiésemos llegado juntos. Al salir, nos preguntó hacia dónde íbamos. Solo sabíamos el nombre del hotel, así que se ofreció a compartir el taxi para indicarnos el lugar. En el taxi compartimos el asiento trasero, que tampoco era muy amplio. Allí mientras estaba sentada apretada al centro de ambos hombres, pasó por mi mente por primera vez la posibilidad de lo que haríamos luego una realidad. Recuerdo incluso que con mucha discreción, César rozaba mi piel, sobre todo cuando pasamos por algún lugar oscuro, me tocaba suavemente los brazos, yo hacia lo mismo colocando mi mano disimuladamente en su pierna Mire con disimulo su entrepierna, era imposible no mirarlo, jamás pasaría desapercibido, aun mantenía una gran erección, el me miro furtivamente y se encontraron nuestras miradas, sentí como si leyera mis pensamientos a la vez de una gran necesidad de ser observada, con ello me sentía más mojada aun, considere que era algo que podía controlar y disimular por eso jugaba como colegiala con aquel hombre. Al llegar al hotel, de manera sorpresiva le dije a mi esposo que le invitara un trago al amable Cesar. Fernando en estado de ebriedad le ofreció: "porque no subes y no tomamos otro trago". César disimuló algo de pena, se hizo rogar algo pero finalmente aceptó. Una vez en la habitación, mi marido le sirvió un trago, pero pronto se disculpó y se fue al baño. Estaba muy ebrio y se escuchaba vomitar en el baño. Para ese instante ya César me miraba diferente, yo no dejaba de coquetear luciéndome para él, le sonrreia cuando me admiraba y halagaba mi figura, sabía que yo estaba excitada, se me notaba, mis endorfinas se sentía en el ambiente. Me miraba de manera seductora, hurgaba mis senos con sus ojos, su mirada sugestiva como con ganas de decirme algo, yo lo recibía con ternura y calidez, era evidente que algo pasaría. Mi esposo salió del baño muy borracho. Se había quitado la ropa, dejándose sólo su bóxer. Sin decir nada se lanzó a la cama y allí quedó como muerto. César, tratando de disimular, dijo: "bueno, mejor me marcho" y simplemente se levantó. Yo, un poco decepcionada, lo acompañé a la entrada de la habitación. De pronto pensé que hasta ese momento había llegado la aventura. Allí se me acercó de nuevo, como para despedirse, pero nuevamente el roce de su piel, la química entre nosotros me traicionó de nuevo. Disimulando darme un beso de despedida, terminamos besándonos. En realidad fui yo quien busco su boca, su beso de despedida en la mejilla tardo lo suficiente para colocar mis labios sobre los de Cesar. Primero suavemente, rozando nuestros labios, los míos delgados con los suyos gruesos y ardientes, luego vinieron los besos con pasión. La lengua de César desató mi lujuria, allí perdí toda capacidad de ser fiel, la excitación me llevó a perder toda racionalidad. Allí pegados a la puerta de la habitación nos besamos con lujuria, nos comimos las bocas, beso mi cuello y mordió mis hombros, sus manos firmes despeinaba mi cabello, sentía sus caricias por todo mi cuerpo., nuestras lenguas se trenzaron en una batalla sin final, que rico besaba ese hombre. Voltee para ver a mi esposo, que aun seguía rendido en la cama, con ese movimiento le di la espalda a Cesar, El se coloco detrás de mí y puso sus manos en mi cadera y me apretó hacia El. pude sentir entre mis nalgas, la formidable erección que se estaba generando, me calentó a morir, su respiración entrecortada en mi cuello me erizaba aun más la piel y más cuando su lengua jugaba con el lóbulo de la oreja acariciando y descubriendo toda piel sensible al placer. Yo movía, frenética de deseo, la cadera para sentir el roce de su pene contra mis nalgas, mi cuerpo empezó a contagiarse de esa calentura que de pronto a las mujeres casadas y sedientas de verga nos asaltan de vez en cuando, me agache un poco ofreciéndole mi trasero, cerré mis ojos y me invadió la lujuria, me vino a la mente toda esa fantasía erótica que había tenido con la imagen de hacer el amor con un negro cierta vez que se había masturbado un chico de color frente a mi PC por internet. Esa posición erótica hizo levantar mi cola y restregarme en su órgano como estudiando con ellas el tamaño, el grosor de su pene y su dureza, tengo que aceptar que mis nalgas es una de las dos cualidades sexuales que más les encantan a los hombres después de mis senos- claro, fue un regalo de mi esposo cuando hace un año cumplimos el aniversario, quiso que me inyectara 1.800 cc, aunque pensaba que deformaría mi cuerpo, el resultado fue unas nalgas grandes redondas y llamativas. Esas mismas nalgas tenían a Cesar electrizado de placer. Sentía su erección como golpeaba, restregaba y se deslizaba entre mis nalgas El Subió sus manos a mis senos y comenzamos a acariciarnos a pocos metros de mi esposo, quien dormía profundamente. César aprovechó para acariciar mis senos, sobar mi cuerpo, luego de voltearme nuevamente yo le sobaba su espalda musculosa, sus fuertes brazos, era un verdadero macho!. Metió la mano debajo de mi blusa y subió mi sostén, manoseó mis tetas, se detuvo con pasión en mis erectos pezones. Yo ya no me resistía, me dejaba llevar por la pasión, olvidándome por un instante de mi esposo ebrio cerca de nosotros. Me sentía una adolescente que es tocada por primera vez por un novio. César bajó su cara para dedicarse a lamer mis pezones, a chupar mis senos, algo que me encanta y me excita. Viéndolo hacerlo me volvió loca de ganas, pero también me permitió por primera vez en minutos levantar la mirada hacia donde estaba Fernando dormido, semidesnudo, boca abajo, ajeno a mi infidelidad. Sentí remordimiento, pasó por mi mente la idea de detener a mi amante, sumergido en mis tetas, chupando, pero honestamente no tuve fuerzas, estaba demasiado excitada, apenas tuve fuerzas para separar suavemente con mis manos a quien me producía ese enorme placer. César interpretó ese gesto más bien como un reto, un desafío. Me volvió a besar y me haló hacia el interior de la habitación, no quería ceder ni un milímetro al terreno ya ganado. ?Estábamos al lado de mi esposo ebrio! Allí se quitó su camisa, descubriendo un pecho cuidado, un cuerpo varonil, definitivamente era un negro bello. Trató de hacer lo propio conmigo, pero estando al lado de Fernando me traté de negar con gestos halando mi blusa hacia abajo y negando con la cabeza al tiempo que miraba a mi esposo. Era obvio que mi negación tenía más que ver con el hecho de que allí estaba mi esposo a que no tuviese ganas de follarme ese negro bello. Así lo comprendió César, quien tiró una de las almohadas al piso alfombrado de la habitación, en un gesto a invitarme a hacer el amor en el suelo, dado que la única cama estaba ocupada por mi ebrio marido. Me pareció descabellado y arriesgado, considerando que si se despertaba podría arruinar 21 años de matrimonio, todo el amor que le tengo a mi marido, nuestra bella familia, todo pasó como una rápida película por mi mente y seguí negándome con la cara, aunque mi vagina estuviese ya empapada, mis palpitaciones a millón, mis manos temblorosas y sudorosas y mis pezones casi reventaban. Era un mar de contradicciones. No sé cómo se le ocurrió a César pensar que desnudarse ayudaría, pero acertó. Su próxima acción fue desnudarse. Se desató sus ajustados jeans y bajó suavemente su ropa incluyendo el bóxer blanco, dejando al descubierto un hermoso pene erecto, me recree con su cuerpo desnudo. Dios mío! Me sorprendió su gran tamaño. Aunque me dé pena decirlo, César estaba muy bien dotado. Quede como hipnotizada mirando ese pene erecto apuntando hacia el techo, sus venas marcadas parecían estar a punto de reventar, su cabeza roja en forma de hongo hacia contraste con el negro de su cuerpo, confieso que me asuste por un momento, nunca pensé que Cesar pudiera tener semejante instrumento, mi silencio fue cómplice, Me miró fijamente, aunque yo no podía de dejar de ver su tremendo cuerpo. Recuerdo tuve varias parejas antes de Fernando, honestamente no crei haber estado antes con un hombre así. Quien sabe porqué, pero cuando pasan cosas así, es inevitable para una, comparar la verga, los brazos o lo que sea, con la del marido de uno. (Hay personas que dicen que el tamaño no es lo que importa, pero siento que es una hipocresía afirmar cuando todas estamos deseosas de tener el pene más grande alojado entre nuestras piernas, no conozco mujer que no desearía tener a este negro desnudo en su cama, muchas, como yo, nos conformamos con el tamaño de nuestros maridos, pero otras más atrevidas y arriesgadas a quienes admiro- lo toman como un reto y finalmente obtienen su trofeo, un buen sexo con un pene grueso.) Cesar se zafó con los pies sus tumbados pantalones, su bóxer y sus zapatos, quedando completamente desnudo. Me sonrió con dulzura y se acercó de nuevo, mientras yo, prácticamente al lado de la cama donde Fernando dormía su borrachera, estaba petrificada. Recuerdo muy bien las sensaciones de extrema excitación, podía escuchar mis propios latidos, mi respiración se hizo profunda. Era evidente mi estado. Nuevamente me besó, de nuevo con mucha dulzura. Mis barreras de señora casada se desvanecían. Repetimos con exactitud la escena de los besos apasionados, las caricias, ahora yo acariciaba su torso desnudo, de nuevo metió mano debajo de mi blusa, mi piel se estremecía con sus manos, mis pezones respondían a sus caricias y suaves pellizcos. A diferencia de hace unos minutos, hice yo un gesto, alcé los brazos hacia arriba, como pidiendo que me despojara de la prenda, así lo hizo. También con maestría soltó el sostén. Quedaron al aire mis senos, que modestia aparte (que lo digan los que los han visto en internet) son muy lindos, firmes, redondos, con algunas pecas y con unos bien formados pezones oscuros. César quedó extasiado con la vista. Gastó unos segundos que parecieron minutos mirándolos embobado. Reaccionó acercándose a seguir con su rica labor de mamarlos, lamerlos, comérselos. Yo llevaba mi falda marrón que me hace buena figura, así que el siguiente paso fue soltarla. Lo hizo y bajó de un golpe mi falda y mi sexi hilo negro que pensaba estrenar con mi esposo, quien ahora dormía al lado de esta escena erótica en la cual no estaba invitado. Ya desnudos no había más que hacer. Olvidé por completo, aunque suene increíble, siquiera que Fernando estaba allí. César me haló con delicadeza al suelo alfombrado y allí nos entregamos a la pasión. Comenzó a besar mi cuerpo, claro que de nuevo los senos fueron sus predilectos. Bajó lentamente a mi vientre, a mi vagina depilada y húmeda, deseosa de su boca. Enterró su cabeza entre mis piernas, sentí su aliento tibio en mi gruta sexual, Comenzó lamiendo mis labios vaginales, mojados, trémulos de deseo, sentía corrientazos de placer que hacían temblar mis piernas. Yo gemía suavemente, suspiraba con profundidad con cada chupada, cada lengúetazo. Mis manos sujetaban su cabeza enterrando mis dedos en su cabello crispado. De allí paso al interior, al fruto deseado, lamió mi clítoris y sentí que me paralizaba de placer. Sentí un cosquilleo recorrer todo mi cuerpo, y solté un sonido desde mi garganta: ??AAAGG!! Sin tomar en cuenta que mi esposo dormía la borrachera arriba de la cama. De los lengúetazos pasó a comerse mi vagina, abría la boca como queriendo tragarse mi concha, mis labios vaginales, mordía goloso mi clítoris, volví a suspirar profundo cuando hundió su lengua larga dentro de mí, sentía morirme sentía que tocaba el cielo, al fin había conocido el paraíso, Nunca imagine o paso por mi mente, la existencia de un macho que hiciera flaquear y eliminar todos mis principios, valores, tabúes, de mujer fiel y señora respetada.Yo estaba a punto de explotar, hasta que, con la lengua hábilmente me masturbó y pronto vino mi primer orgasmo, cálido, profundo, eléctrico, divino. Apreté mis piernas contra su cabeza sintiendo oleadas de placer, parecía un momento interminable y así lo disfrutaba totalmente. Convulsiono mi cuerpo con una total entrega. Volví a soltar un sonido de placer, esta vez un mugido mas ronco acompañado de mi cuerpo arqueándose, poniéndose tenso hasta en el último músculo. De allí mi amante espero unos segundos y subió de nuevo besándome suavemente el vientre, lamiendo mi estómago, impregnándome de mis jugos. Llegó de nuevo a los senos y claro que volvió a chuparlos, su oscura piel brillaba de sudor, noté como su cuerpo se arqueaba, ya sabía para que. Abrí las piernas a sabiendas de lo que hacía, consciente (?o no) de lo que seguía. Pronto sentí su duro pene rozando mi sensible clítoris, estaba deseosa de ser penetrada, de sentirlo entrar. Se tardó una eternidad, así lo sentí, rozaba con su palo la entrada, se mojaba con mis jugos, hasta que yo misma en mi desesperación empecé a maniobrar mi cadera para hacerlo entrar. Fue un alivio divino. Sentí como una lanza ardiente entraba en mí ser. Me quemaba de placer, la empujó suavemente disfrutando del estuche que abrazaba su herramienta, dilatándola al máximo que sentí que me iba a reventar, me hacia gemir y gritar de locura, gritos ahogados de placer, tuve que taparme la boca para que no se oyeran mis jadeos y gritos. Sentí que era más grande y más grueso que el de Fernando, nunca había sentido un varón así. No sé como exactamente sucedió pero logro meterlo hasta el fondo y lo dejó inmóvil unos segundos quizás para que se adaptara a su tamaño. Mientras me poseía sentía que era un pene diferente al que siempre había tenido, la sensación de penetración era más profunda cuando se contraía mi vagina. Mi esposo me había dicho que él sentía apretar su pene cuando estaba haciendo el amor conmigo, Fernando sentía algo de succión, pero con ese enorme pene no creo que me permitiría succionar nada más. Así aprecié con sumo placer su grosor, su textura, su calor, solo me dejaba hacer y disfrutaba de algo que nunca pensé que pasaría, gemía y sollozaba de placer. Comenzó a bombearme, con profundidad, como si quisiera traspasarme, sentí un infinito placer al sentir mi vagina llena totalmente por ese pene. Quise apreciar como entraba y salía y me coloque para ver como ese gran palo se deslizaba y recorría toda mi vagina húmeda, pude ver con detalle cuando salía su venoso pene lleno e impregnado de mi flujo blanquecino, estaba erotizada de placer, movía mi cadera frenética y rítmicamente frotando mi clítoris con ese enorme rabo, haciendo que el arremetiera más duro hasta que sentí que se estremecía. Una y otra vez entraba y desaparecía dentro de mi vagina ese órgano inmenso y caliente quemando mis entrañas de un placer indescriptible, Respiraba sobre mí y yo soltaba gemidos suaves de placer. Se levantó sobre si para tomar en sus manos mis tetas. Las pellizcaba, se agachaba a lamerlas, era todo un macho sobre mi cuerpo, haciéndome suya. Así estuvo un buen rato, hasta que ya mas decidida lo abracé para rodarnos y quedar sobre él. Cuando allí estuvo comencé a cabalgarlo. Me metía lo más profundo que podía ese gran palo, a veces suavemente, a veces acelerando. Él no cabía en su placer, chupaba mis pezones, mallugaba mis tetas, apretaba mis glúteos, alcanzaba a meter un dedo en mi ano. Era todo un semental. Luego de tenerlo así un rato fue que me incliné más hacia arriba. Mientras lo cabalgaba, en ángulo de 90? mi rostro quedó a la altura de la cama. Sin querer volteé a un lado y allí estaba: Fernando dormido, boca abajo aunque noté que en otra posición de su cuerpo. Ebrio, inocente, ajeno a mi infidelidad. Me sentí como la peor mujer del mundo, la perra más grande del mundo. Contrario a lo que cualquiera habría hecho, eso me excitó aún más, la sensación de ser descubierta, el atrevimiento de hacerlo junto a él, fue una sensación que se añadió en ese momento. Tras la cabalgada exquisita, César me movió para que bajara, allí vi su pene duro, rígido, enorme. Me tomo la cabeza, presiono suavemente hacia abajo y entendí su mensaje, mi amante quería le mamara su pene y no se lo iba a negar, así que lo hice con la mejor dedicación que haya tenido, lo hice tumbar boca arriba entre las almohadas le puse unos almohadones bajo su cabeza, no quería que se perdiera detalle de mi actuación, lo tomé en mi mano y sin más comencé a mamarlo, cogí firmemente ese encantador miembro y lo metí en mi boca de golpe hasta donde pude, empecé a moverlo, lo sacaba hasta el fondo para volver a chuparlo hasta el final, esas succiones largas y profundas lo ponían malísimo tras esa intensidad inicial, ahora tocaba mamada lenta, sin prisas, pasar la lengua por su miembro por completo, dar vueltas mojando y empapando bien ese glande que brillaba con mis caricias, seguí succionando rato, mientras con la mano derecha acariciaba sus testículos duros como piedras, y con la izquierda jugaba con los pliegues del ano introduciendo mi dedo índice al mirar hacia arriba y ver sus ojos de deseo volví a seguir con mi fantástica felación, esta vez mirándole a los ojos, devorando su polla por completo sin dejar de mirarlo, pasando la lengua arriba y abajo, ahora eran sus testículos los que desaparecían en mi boca y a mí me encantaba esa especial suavidad que tienen, y qué decir de él, ya hacía rato que no paraba de gemir y suspirar, volví a meterla en la boca, esta vez ya si a conciencia, una buena mamada sin prisas pero sin pausa, es un placer inacabable que me encanta prolongar. Así que el mete-saca iba in-crescendo, sus gemidos también, la humedad en mi boca se mezclaba con sus jugos iniciales, y sin dejar de chupar seguía acariciando, más fuerte, y más intensa, sus piernas se tensan, decelero y lo dejo al borde del orgasmo, me grita "mami no pares", lo miro sonriendo, me encanta tenerlo bajo mi control, y vuelvo a chuparlo y a succionarlo, más profundo, mucho más mojada, hasta que vuelve la tensión, sigo chupando y chupando hasta que siento que debo parar, lo dejo inmóvil dentro de mi boca. Chupo su cabeza, Lo saboreo, cerré mis ojos disfrutando de ese pedazo de verga venosa en mi boca, la sentía tibia y de vez en ves palpitaba, Sabía a mis jugos, algo que con mi marido nunca he podido hacer, porque siempre me ha desagradado el sabor de una vagina. Pero allí era distinto, tenía al pene oscuro y venoso de César en mis manos y no podía evitarlo. Seguí lamiendo, mis labios formaron una O alrededor del tallo de su palo, subí y bajé, lo suficiente hasta poner esa verga dura, durísisisima, como el acero,. Lo chupé un buen rato. Masturbé con mi boca ese falo. El busco la posición del 69 y aprovechó para meterme su boca y su mano, acariciar mi vagina, meter uno o dos dedos en mi vulva, manosear mi clítoris, jugueteó con un dedo en mi ano, el cual estaba también mojado por la cantidad de jugos vaginales. No resistí mucho, necesitaba ese palo dentro de mí nuevamente. Leyó mi pensamiento, yo estaba a gatas, allí en cuatro patas vino por mí de nuevo. De un golpe divino metió su pene en mi vientre encajando completamente todo su sexo dentro de mí. Jadee cuando la cabeza de su verga traspasó los pliegues de mis labios vaginales. Comenzó de nuevo con su bombeo. No sé por qué razón del destino pero cuando levanté la mirada de nuevo estaba allí. Su rostro dormido, entregado a su sueño como yo a mi amante. Sentí de nuevo esa sensación, al punto de sentir que venía un segundo e inmenso orgasmo. Aceleré los movimientos y César, que con sus manos tocaba, pellizcaba, sobaba, aceleró también. Sentí nuevos corrientazos, tensé mi cuerpo y lancé un gemido más fuerte, empecé a eyacular porque me salía un montón de flujo viscoso y blanquecino que mojo todo el pene de Cesar, que placer!, que orgasmo de maravilla. No sé cómo Fernando no se despertó con ese ?Aaagggg, Aaayyy! Que recuerdo claramente que hice. Pensé que tras la acabada, César sacaría el pene y me dejaría descansar, me equivoqué. Sacó su pene de mi agotada vagina, empapado, para comenzar a meterlo en mi ano. Estaba dilatado por el juego previo, me retire en ese instante y fui a buscar un aceite que Fernando compro para cuando hacemos el amor anal, regrese y se lo di para untar mi ano, Cesar delicadamente coloco unas gotas en mi dilatada cola y una buena cantidad en su negro pene, lo tome en mis manos y le ayude a apuntalo directamente en mi ano. Así que no se resistió nada. Mentiría si digo que no me dolió, pero sentí placer darle a ese negro bello mi culo. Mi ano no es virgen, pues ya Fernando lo ha desflorado hace años y de vez en cuando se lo doy a probar. Pero con Cesar era distinto, sentía rígido y erecto su pene, César metió su palo sin problemas, suavemente, dejando pacientemente que el esfínter se dilate. Él gemía mientras sentía mi orto abrirse. Volví a ver al rostro dormido de mi esposo. Ya mi descaro era tal que no tenía remordimiento en verlo con desenfado, penetrada en mi ano por un macho en su presencia. Creo que César notó en ese momento mi actitud desafiante y retadora, quizás por los recuerdos en el pasado de sus infidelidades, mi mirada retadora a mi esposo en profundo sueño hizo que Cesar me empujara para que subiera mi torso a la cama. Parece una locura pero lo hice, subí la mitad de mi cuerpo a la cama, dejando mi cola colgada, bien respingada para seguir siendo follada analmente. Así quedé tan cerca de Fernando que podía tocarlo, no resistí. Por alguna perversa razón empecé a acariciar el torso desnudo de mi esposo, metí mi mano en su bóxer acariciando su flácido pene, mientras la cama se balanceaba por los embates de César metiéndose en mi ano. El ritmo frenético me hacía estremecer de nuevo, tal vez ayudado por la acción de tener así a mi marido. Empecé a besar su espalda, él, ebrio y dormido, no reaccionaba a mis besos ni al movimiento rítmico de la cama o a los gemidos de placer de César. Sentí que mi amante estaba cerca de acabar y supuse que quería hacerlo en mi ano. Me concentré en moverme a su ritmo, haciendo que ese negro formidable empezara a bramar de placer. Primero sentí la dureza propia del pre-orgasmo, tenso su cuerpo sobre en mío y pude sentir las pulsaciones de su pene, sentí una gran cantidad de líquido caliente en mi culo, palpitaba dentro de mí y en cada contracción me llenaba de su semen al tiempo de lanzar un gemido de placer indescriptible. A esa altura ya yo estaba sintiendo ganas de un nuevo orgasmo, pero mi amante estaba listo. Mi amante acabó y se acostó sobre mí. Ahora éramos los tres sobre la cama. Estaba agotada, pero también excitada. El cansancio, los tragos, el sexo ardiente y los orgasmos sentidos nos derrotaron. Parece insólito pero fue cierto, nos quedamos rendidos en la cama, apenas tuvimos fuerza para terminar de subirnos a la cama. Fernando ni siquiera sacó su gran pene de mi cola, aun en estado de reposo podía sentir su firmeza. Subió clavado a mí y allí quedamos. Dormidos profundamente, seguros de que mi esposo, ahora cornudo, no despertaría en un buen rato. Nos equivocamos. Lo que ocurrió poco después evidentemente fue mi esposo quien me lo contaría tiempo después, pues en ese momento yo estaba dormida. Mi esposo, seguramente ya pasado el efecto del licor y tal vez ayudado con las sacudidas y los gemidos, despertó lentamente de su sopor. Lo primero que sintió fue mi presencia desnuda a su lado, algo que no era extraño a él. Sin moverse tocó mi cuerpo desnudo, aún ignorando lo ocurrido. Pero mientras se reponía levantó su rostro de la cama, descubriendo que no estaba sola. César, profundamente dormido, abrazaba por detrás mi cuerpo inerte, acoplado a mi cadera como quedamos tras la increíble follada, aun penetrada por ese negro pene. Me contó Fernando sus sensaciones, sus primeros pensamientos, pero igual me imagino su asombro. Su amada esposa, su mujer, en esa posición, evidentemente derrotada por una ración de sexo ajeno. Ahora bien, conociendo como creía conocer a mí marido me hubiese imaginado una típica reacción: golpes, gritos, hasta un crimen pasional. Pero ?NO! Como si de cualquier cosa natural, se levantó, fue al baño, supongo que hasta habrá llorado de la rabia, pero me contó que el resto de la botella de whisky que traíamos y con la que pretendió invitar a César, se la tomó directo de la botella, sentado contemplando a los amantes, quienes satisfechos dormíamos ajenos al descubrimiento. Los tragos, el dolor, la escena erótica, la rabia, no sé. Pero lo cierto es que Fernando, ya con el resto de la botella de licor encima, se acercó a mi cuerpo desnudo y comenzó a acariciarme, como solo él sabe hacerlo. Como cuando me despierta excitada para un "mañanero", pasó a lamer mis pezones relajados, me movió con discreción para separarme de mi amante quien saco su pene semierecto de mi cola, quedando yo boca arriba, con las piernas semiabiertas. Allí empezó a comerse mi concha, olorosa a sexo y semen ajeno, pero evidentemente que él sabe cómo despertar mi erotismo, me encanta cuando su lengua juega con el clítoris. De hecho, les cuento que muchas veces me ha despertado con esas caricias, esas mamadas y para cuando ya estoy consciente ya está follándome rico. Eso fue lo que hizo. Empezó mi esposo su tratamiento de excitarme dormida, con lamidas, caricias y besos. Degustaba mi vulva, La parte cumbre suele ser comerse mi concha. Yo abrí las piernas y sentí un gran placer, comencé a gemir y mi cadera temblaba en cada jadeo, aún semidormida y olvidando lo que había ocurrido hace poco. Estaba tan agotada que, dentro de mi gran excitación, sólo me dediqué a sentir placer, ajena de que mi amante anterior seguía allí. De repente, como mi esposo suele hacer en esos casos, subió sobre mí y comenzó a penetrarme de lado. Aún semiconsciente, sentía su suave bombeo como algo exquisito. Estaba absolutamente fuera de mí, excitada, sorprendida, halagada. Claro está que con todo esto fui terminando de despertar. Lo primero que descubrí al abrir los ojos era que había apagado la luz, por lo que por un segundo ni siquiera estaba clara de donde estaba. La habitación se encontraba completamente oscura. Poco pasó para que terminara de caer en cuenta de lo que ocurría. Mi marido me follaba al lado de mi anterior amante. ?Me petrifiqué! Abrí con fuerza mis ojos hasta descubrir que César dormía tan cerca de mí que aún tenía contacto físico con él, podía tocarlo. Estuve aterrada sobre lo que ocurría hasta que, con el movimiento noté que César despertaba lentamente de su sopor sexual. Volví a mirar a mi esposo y no pude evitar sentir mucho placer de su follada. Era una mezcla de placer, miedo, sorpresa. No me atreví a decir nada, no entendí porqué lo hacía. César fue despertando y no tengo idea que pensaría cuando, ya consciente, entendió que allí estaba yo follando con mi esposo. No sé qué pensó pero puedo suponerlo. Imagino que este chico pensaría que yo era alguna ninfómana insaciable y que quería más. Lo digo porque su reacción fue la de empezar a tocarme, a acariciarme los senos. En la oscuridad distinguí quien era cada quien, pero no sé si Fernando estaba buscando esto. Sólo se dedicaba a cogerme como lo que era, una puta. Fernando se levantó sobre mí, no sé si para invitar a César a meterse en la fiesta. Pero apenas subió su cuerpo, César se abalanzó sobre mis tetas. Las chupaba, yo aún no sabía qué hacer, aunque claro está me excité muchísimo con aquello. Tras salir de mi estupor unos segundos y dominada por la excitación de estos dos amantes, decidí entregarme al placer. Extendí mi mano para comprobar cómo estaba el pene del bello negro. Ya estaba en su punto. Lo masturbaba mientras mi marido me follaba. Lo jalaba de arriba abajo aunque mi mano quedaba pequeña ante tremenda erección, Como suele pasar, me giré sin sacarlo para quedar en cuatro patas. Allí Fernando se aplicó a bombearme con fuerza, en follarme a su gusto, y al mío, aunque esta vez, supongo por el momento, me penetraba con fuerza, casi con furia. César se colocó frente a mí y me colocó en la cara su pene erecto. No perdí tiempo en comérmelo, lo chupaba al ritmo de las penetraciones que recibía de mi esposo, quien gemía de placer. Ya a esta altura estaba en éxtasis. Follada ahora por mi esposo, mamándoselo a mi amante y por mi mente pasaba como una película la sesión de sexo que había tenido antes. Luego de ser follada de esta manera, Fernando se acostó en la cama y me atrajo para que subiera sobre él. Allí me subí, clavándome su palo en mi dilatada vagina. Seguí con la cabalgata unos segundos, abstraída e ignorando a mi otro amante, hasta que lo sentí detrás de mí, acariciándome, lamiendo mi espalda. Comenzó a montarse detrás de mí hasta colocarse en posición de hacerme una doble penetración. Mientras follaba a mi esposo, César comenzó a acariciar su pene en la entrada, metiéndose poco a poco. Noté como Fernando, acostado plácidamente debajo, colaboraba con la maniobra de quien se había follado a su mujer, quedándose quieto. Me sentía llena totalmente al tener un pene en mi vagina y otro en mi ano. Comenzaron a moverse tímidamente. Me excitaba la sensación, el trío exquisito y ardiente, jadeaba con sonidos débiles y largos, tenía ganas de acabar pero necesitaba seguir. Mi cuerpo reaccionó al insano placer prohibido que experimentaba, nunca en mi vida me había imaginado eso pero ahora mi cuerpo lo aceptaba y lo peor que lo disfrutaba. Sus cuerpos se movían a su antojo, con pequeños movimientos laterales de cadera, disfrutando de mis intimidades. César sacó su pene de mi ano, y se quedó arrodillado a un lado, luego lo coloco en mi boca y me trague todo lo que podía de su pene, cubierto de saliva me sujetaba la cabeza con sus dos manos acompañando sus movimientos de cadera, ya nos se la chupaba literalmente me estaba follando por la boca, era un acto de dominación mientras yo seguía montada sobre mi esposo. Él sabe que en esa posición me encanta acabarle. Cabalgué con fuerza, hasta que sentí que tendría un enorme orgasmo, tanto en el interior de mi vagina como en mi clítoris. Allí, ya sin frenos ni límites, grité mi orgasmo, gozándolo al máximo, sentí deseos de morder el pene de Cesar, y creo que así sucedió, ajena a mi pecado o a la presencia de mi amante. Lógico que tras esa acabada inmensa, caí sobre mí esposo, quien me movió suavemente para dejarme sobre la cama. Allí se acercó arrodillado sobre mi cuerpo inerte y le hizo una seña a César que evidenciaba que me follara. Sin pensarlo, el negro se lanzó sobre mí, metiendo sin más su palo en mi ya agotada concha. Lo metió con la evidente actitud de acabarme dentro, de llenarme una vez más de su leche. Mientras me bombeaba con frenesí, mi esposo comenzó a masturbarse sobre mi cara. Nunca había permitido que me acabara en la boca, la sola idea siempre me resultó desagradable, pero en ese instante ansiaba que me llenara la boca de su leche. César se colocó de manera de permitirlo, al tiempo de gruñir y bombearme con mucha fuerza, hasta que al fin se vino en mi vagina, se convulsionó dentro de mí, y sentí su espeso semen dentro de mi vulva, saco su enorme órgano y demoró encima mío disfrutando y llenando con el resto de su semen caliente mi vientre, respiraba agitado me sorprende cómo pudo sacar tanto después de la acabada que tuvo en mi ano. Mi esposo, al ver la escena del orgasmo del macho, toda embarrada de semen escurriendo de mi vagina, respondió con un orgasmo rico, un enorme baño de leche que cayó sobre mi boca, eyaculaba sin contención mi cara, hasta me imagino que chispeó a César. Los amantes estábamos agotados, satisfechos. Yo me quedé inmóvil sobre la cama. De repente Fernando, reaccionó diciéndole de manera dura a César: ?bueno, ya lárgate! La firmeza de mi esposo atemorizó un poco a César, quien se levantó mirándome, se fue vistiendo sin quitarme la mirada y salió por la puerta sin despedidas, sin decirme nada. Dejándome confundida, sentí remordimiento y pena por mi esposo pero no era tan angustiante sino más bien de satisfacción y placer por mí. Había descubriendo cosas nuevas en mi comportamiento sexual, no sentía arrepentimiento. Luego, sin decir una sola palabra, Fernando se acostó a mi lado y se durmió como si nada. Casi ni hablamos hasta regresar del viaje, en el automóvil apenas hablamos. Luego vendría una cierta crisis que creo bastante superada. Me contó los detalles que acá les cuento y aparte de eso fuimos conversando ciertas cosas, aunque tampoco me explicó su actitud. Ahora, a casi un año de aquello, les confieso que recuerdo con cierta nostalgia a César, mi moreno amante, a veces me he masturbado pensando en esa experiencia, en aquella noche en la que dejé de ser una esposa común y corriente, porque esta experiencia fue fatal, allí se quebró toda la fidelidad a mi marido, de una mujer que rechazaba las invitaciones de los hombres que conocía a una mujer arriesgada que difícilmente se negaba a alguna salida gratificante que fuera, el único requisito: un hombre sano atractivo e interesante. Allí empezó mi doble vida y una aventura sexual que ni yo misma me imaginaba podría suceder, nunca pensé en serle infiel, pero sucedió sin quererlo ni planificarlo Hoy soy una mujer infiel y que a fuerza de cuernos acostumbré a mi marido a aceptar sin oposición mis aventuras extramatrimoniales

domingo, 22 de noviembre de 2009



Engañé a mi marido y le gustó


¡Hola! Quiero contarles una experiencia inolvidable que me ocurrio, hace unos años atrás cuando las cosas no estaban bien con mi pareja, y nos pasabamos en discusiones y peleas constante. Una mañana rumbo a nuestros respectivos trabajos, tuvimos una discusion, y yo muy molesta me bajé de su auto, y me fui en taxi hacia la oficina, como comprenderan no tenia ganas de hablarle mucho menos de verlo. Por razones de trabajo en algunas ocasiones se requeria que saliera más tarde de la jornada laboral, motivo que aproveche para serle infiel a mi marido con un compañero que me traia de vuelta y media, por la enorme pinga que tenía. yo tenía una relacion de confianza con este compañero, pero la verdad que cada vez que estaba cerca de él se me pasaba unos pensanientos muy lujuriosos, donde me imagina lo grande y dura que debia tener esa pinga, que se veia marcada en esos pantalones jeans tan ajustados que usaba. Ese día mi compañero de trabajo para consolarme me invito a almorzar y aprovecho para decirme las ganas locas que tenia de estar conmigo, que si yo queria me podia llevar a mi casa, y le dije que si, al llegar la hora de la salida, me fui con el en su auto, y el empezó a pasar sus manos entre mis piernas y eso me encendio, que también empecé a tocarle su pinga y esta tan dura que solo me provoca tenerla en mi boca y mamorlo hasta enloquecerlo. Yo le sugerí que fueramos a un parque donde ivan algunas parejas a romancear y cuando llegamos alli, rapidamente le bajé el zipper y cuando ví esa enorme pinga, grande y gruesa empecé a mamarla tan rico que el me agarraba la cabeza para que no parara de mamarle, el se puso tan caliente que queria meterme su pinga en mi chucha grande y peluda, nos fuimos al sillón de atras y alli me le senté encima y cuando sentí esa verga grande y gruesa dentro de mi no me importaba el tiempo, ni marido ni nada, cabalguè sobre él que sensación tan rica, y cuando me dijo que se venia me metí su pinga a la boca y se vino dentro de ella, que experiencia no la podré olvidar jamás. Me dejó cerca de mi casa, y al llegar estaba mi marido esperandome, claro le dije que estaba que me tocó quedarme mas tiempo en el trabajo, pero el no me creyó, empezó a acariciarme, y me dijo que iba al baño que lo esperara desnuda, yo me asuste porque acababa de mamar a mi compañero de trabajo y rapidamente saqué una pastilla de menta para que no me sintiera el aliento, y me pregunto, ¿Por qué tienes una menta en la boca?¿es que estabas con otro verdad? y yo lo neguè rotundamente, nunca me imagine que eso desataria en mi marido tanta pasion, el imaginarse que yo venia de estar con otro hombre, esa noche me hizo el amor como nunca, después de tanta existencia de èl le confesé todo lo que hice esa noche inolvidable con mi compañero de trabajo, y mi marido descubrio lo tanto que le excita imaginarme con otros hombres que tengan la verga grande y gruesa dandome placer, ahora nuestras peleas se acabaron, y cuando hacemos el amor solo tengo que relatarle esa noche inolvidable que viví con mi compañero de trabajo

ME GUSTA ESE COLOR

El Diciembre pasado, me fui a vacaciones con mi marido, nosotros tenemos una relaci?n normal, confieso que me encanta hacer el amor, el es bastante bueno en la cama y me da gusto.
Marchamos para una hermosa isla de mi país, las dos primeras noches bailamos, bebimos e hicimos el amor bastantes veces, sobre todo luego de beber me pongo demasiado susy y siento que la cuca se me calienta sobremanera, fuimos a un festival de música caribe e isleña habia bastantes negros en ese lugar, especialmente habían dos negros hermosos muy altos y fornidos, ellos bailaban con todas las turistas mi esposo tomo wisky con ellos y terminamos en un lugar paradisiaco bailando y bebiendo hasta las 3:00 de la mañana luego todos nos fuimos al hotel los 2 negros mi esposo y yo, mi esposo en el estar de la habitación empezo a besarme y a tocarme sin ningún recato, note que los 2 hombres me miraban con muchas ganas, mi esposo se dirigió a ellos y dijo vamos a proponer a mi esposa lo que hablamos, el me dijo amor que te parece una orgia los tres haciendote rico, te le apuntas si o no? la verdad yo tenía muchas ganas de tirar hasta enloquecer fue entonces que dije si, los negros se desnudaron igual mi esposo empezaron a besarme por todas partes, uno me chupaba las tetas, mordia mis pezones, chupaba mi ombligo, el otro abrió mis piernas, y comenzo a lamer mi clitoris lentamente era una sensación maravillosa, mi esposa no dejaba de besar mi boca y me pedía que gritara de placer a el le gusta escuchar mis gemidos, le encanta que grite mientras me lo mete, me decía grita zorra estas muy buena esta noche te voy a ver como te culean por todos tus agujeros nena, el hombre que chupaba mi clitoris era muy robusto empece a desorbitar mis ojos cuando vi como sus enormes penes crecian eran descomunales y muy negros tenian un trasero muy bien formado y una espalda vigorosa y músculos bien fuertes, mi eposo me incorporo y metio su pene en mi boca comence a mamarlo de una forma especial la di muchas mamadas hasta que senti como lavo mi cara de semenluego su pene quedo flacido y se sento en un sofa para dedicarse a mirar el espectáculo de los dos negros dandome clavo y mamadas, yo tirada sobre la alfombra con las piernas muy abiertas uno de los negros continuaba chupando mi cuca, metia su lengua y hacia circulos sobre mi clitorís haciendome jadear de placer, el otro metio su verga gigante en mi boca yo jamás habia tenido una verga tan grande en mi boca, mi esposo me preguntaba nena que te parece esa verga es más grande que la mia? yo escuchaba sus palabras pero no quería desviar mi atención del enorme placer que tenía en ese momento. mis tetas son bastante grandes fue cuando el tipo empezo a meter su pene entre mis senos y a refregar su pija contra mis pezones y mis tetas tenía una cara de placer el hombre que me provocaba demasiado, me hicieron arrodillar mientras un negro me lo metía por detrás que entre otras cosas fue un dolor infernal era una polla demasiado grande para mi culito, mi esposo le paso un frasco de aceite que saco de la cocina para que untara mi ano y poder gozar como me daban por detrás, mientras el hombre lo metia por detrás el otro negro se puso frente a mi bastante inclinado para que chupara su grande pene, sentía unos golpes tremendos sobre mis nalgas, eran unas embestidas tremendas pero deliciosas, nunca mi esposo me había hecho algo igual yo observaba a mi esposo como se masturbaba sobre el sofa, lo único que decía era perra goza, grita de placer me encanta ver como te comen, el negro siguió con su envestida, luego lo saco empapado de semen se habia pegado tremenda chorreada, su pene estaba lleno de leche y todo ese semen escurria hasta mi concha, termine rendida tirada en el piso jadeando de placer, el otro negro me puso acostada boca arriba, levanto mis piernas y suavemente comenzo a introducir su pene en mi cuca me hacia muy despacio esperando que yo tomara nuevamente fuerzas, depronto empezo a moverlo màs fuerte me hacia muy rico, yo gritaba de placer me comia de una forma espectacular, me agitaba sus pelotas sobre mi concha que ardia de placer, yo le gritaba dame màs polla dame más es muy rico llena mi cuca con tu grande pene, mi esposo seguia agitando su pene entre sus manos estaba muy hicnado y grande, claro nunca igual que el pene de los negros que definitivamente son grandes y duros muy durosel hombre seguia embistiendome, se giro y yo termine sentada sobre su enorme polla, parecia un ginete sobre su caballo, cabalgue muy de prisa y fuerte mis tetas se mecian al movimiento de mi agitado cuerpo, yo no paraba de darme clavo era muy delicioso lo que sentía dentro de mi, mi marido le grito al negro que no echará su semen dentro de mi, tal vez eso le chocaba, entonces el negro nuevamente me volteó y siguia dando clavo dentro de mi yo tuve 3 orgasmos deliciosos depronto el saco agitadamente su miembro abrio mi clitoris y empezo a chorrear todo su liquido blanco sobre mi rosado gallo, fue una pichada deliciosa, yo tenía ganas de continuar justo cuando el saco su enorme polla yo estaba por tener otro orgasmo cuando el retiro su pene yo le grite dame otro poquito ya me iba a venir, entonces el otro negro se me abalanzo y levantadome quede con mis piernas rodeandolo estaba suspendida en el aire el era muy fuerte me puso sobre una mesa y comenzo a comerme, me corrio a la orilla de la mesa y me metia su enorme verga muy fuerte, yo gritaba muy fuerte, perdi la noción de los que pasaba, olvide a mi esposo, yo le decía al negro asi me gusta amor dame más me encanta no pares dame más metemelo con fuerza, sacalo y pon la cabeza de tu pene en mi clitoris y refriegalo un poco hasta que tenga otro orgasmo el negro hacia lo que yo le pedia, mientras tanto el otro hombre manoseaba mis tetas y chupaba mis pezones, el negro seguia metiendolo, yo queria sentir su semen y mi marido le gritaba cabron no eches tu leche dentro de ella pero la culeada era tan fuerte y el negro a punto de estallar que no aguanto, no pudo sacarlo y juago mis entrañas con su leche, yo creo que mi marido se puso frenetico al ver esto, se avalanzo sobre mi y metio su polla erecta entre mi raja me decia eres una puta no crei que gozaras tanto con este par de cabrones, me daba muy duro y me decia si esos negros perros eran mejor que el, yo tuve que decirle a gritos no papi tu eres para mi lo máximo metemelo más hazme rico, culeame como quieras, me volteo y me lo metio por detrás me daba muy duro yo estaba bastante adolorida por la culeada del pene del negro, siembargo me deje estocar por vario rato. me todo dejarme, me dolia pero al mismo tiempo lo disfrutaba el negro que me había envestido se empezo a masturbar muy cerca de mi cara era un pene fantástico eso me arrechaba y me ponia más susy hasta que su leche se vino con fuerza sobre mi el tomo su leche y la unto en mis enormes tetasera delicioso mi esposo no paraba de estocarme por detrás, luego me volteo y se monto sobre mi dando mucho más clavo era muy rico pero mi cuca estaba adolorida de tanto pene, yo le gritaba derramate ahora echa tu semen sobre mi o entre mis entrañas ahora me muero de ganas ahora papi derramate ahora que rico ahhh asi asi echate tu huevo papi echatelo hazlo el seguia golpenado sus huevos sobre mi y restregando mi clitoris era demasiado delicioso hazme más papito hasta que senti su chorro caliente de leche espesa y blanca era mucho semen rodando por mis piernas, caimos profundos hasta las nueve de la mañana mi marido bebio mas licor, hasta terminar anestesiadodespués de 2 horas de dormir los negros me despertaron y me llevaron a la tina llena de espuma me clavaron de una forma especial, nunca habia sido tan pichada me dieron por mi concha todo el tiempo primero se derramo uno y luego el otro se metio en mi cuca hasta derramar lo que quedaba de su leche. me chuparon las tetas y se marcharon, fue una fantástica orgía y unas excelentes vacaciones, ahora mi esposo me culea todas las noches, dice que me mantiene bien comida para que no venga otro y me meta la polla.